Por, Mayra Martínez Quintanar. Tanatologa.
Tanatología…¿qué pensamos cuando escuchamos la palabra tanatología?, seguramente, lo primero que se nos viene a la mente es muerte, sin importar la muerte de quien se trate; ya sea de un familiar, de un amigo, de un vecino, del primo de un amigo, etc. y efectivamente en parte es cierto; sin embargo, tanatología es todo aquello que implica una pérdida.
Tal vez se sorprendan como yo, cuando supe que tanatología es también la pérdida de un trabajo, un divorcio, una mudanza, una traición, la pérdida de un amigo, de una mascota, perder la salud y así hasta hacer una lista interminable; pero ¿por qué todo esto se cataloga como pérdida? Y la respuesta es: porque duele y si duele hay un duelo, el cual debemos de atravesar y vivirlo sanamente.
Antes de continuar, debemos decir que hay dos tipos de pérdidas: la primera, cuando tengo algo y lo pierdo, como por ejemplo, la vida, una amistad, un hijo y la segunda, cuando no obtengo algo que siempre he querido o que sabré que nunca podré tener, como un trabajo soñado, una carrera, etc.
Las pérdidas, aunque en su momento las veamos como lo peor que nos está pasando, muchas veces implican una ganancia, una oportunidad; sin embargo, no las vemos así, porque nuestra visión se nubla por completo y no vemos nada a nuestro alrededor, solamente lo vemos como si tuviéramos una visión de túnel, en donde mi pérdida es lo único que existe.
Pero, ¿cómo hacer para vivir esa pérdida sanamente?, ¿cómo tener un duelo adecuado?, antes que nada debemos reconocer que cuando atravesamos un duelo estamos hablando de emociones y muchas veces la gente no sabe qué hacer con ellas y por otro lado, debemos establecer redes de apoyo, llámese un amigo, un tanatólogo, un sacerdote, incluso un libro; deberá ser alguien que no se asuste con tus lágrimas, que sepa qué hacer con ellas, que sea un verdadero acompañante.
Y no podríamos seguir hablando de tanatología, sin mencionar a la madre por excelencia de ella…Elizabeth Kübler-Ross, aquélla doctora suiza que en su momento se le llamó la viejita loca de la muerte y que muchos consideran en la actualidad como pasada de moda, pero no hay nada más alejado de la realidad, pues sin ella no hubiéramos conocido a la tanatología como la entendemos y vivimos hasta ahora.
Todo aquello que la doctora Kübler-Ross vivió y experimentó a través de su experiencia personal y profesional, nos llevó a conocer las distintas etapas de las que consta un duelo, de las cuáles en un momento hablaremos, pero con el conocimiento de que debemos atravesar cada una de ellas hasta aceptar nuestra pérdida.
Las etapas del duelo de Elizabeth Kübler-Ross son: Negación, ira o enojo, negociación, depresión y aceptación. Cada una de estas etapas estará presente en nuestro proceso de duelo hasta que finalmente lleguemos a la aceptación; una vez que hayamos llegado a ésta última no hay vuelta atrás, pues hemos alcanzado la paz y tranquilidad que nos ayudará a seguir disfrutando de la vida.
Y ustedes se preguntarán: ¿realmente se puede volver a ser feliz después de una pérdida? Y yo les digo que sí, ¿será fácil?…no; ¿será rápido?…no; cada uno de nosotros vivimos cada duelo de manera diferente, lo trabajamos diferente y lo sentimos diferente, es por ello, que no podemos generalizar como si fuera una receta de cocina que tengamos que seguir al pie de la letra.
Por todo lo anterior, hagamos de la tanatología nuestra herramienta de vida, que nos acompañe día a día, que nos ayude a recordar que estamos de paso, que somos finitos, que todos vamos a morir al cumplir nuestro objetivo en esta vida.
Colaboración: Mtra. Mayra Martínez Quintanar.
Si quieres una cita, o mayores informes con la tanatologa, escribe, a: hola@contactohumano.mx
ConTacto Humano®